Empezar un proyecto web es un proceso que puede traer quebraderos de cabeza si no se cuenta con la planificación indicada. La comunicación con la agencia que se encargará de todo el proceso y la definición de un calendario son dos aspectos clave que hay que tener en cuenta antes de empezar:
- La comunicación. Un aspecto indispensable en cualquier relación humana. Sin comunicación, los proyectos no salen adelante. Concretar el proyecto por ambas partes y estar disponible para contactar durante la ejecución del desarrollo del mismo es crucial para que todo vaya sobre ruedas.
- El calendario de tareas. Planificar unas deadlines por fase para saber en qué fase nos encontramos en todo momento y saber qué queda por realizar y poder preverlo con tiempo. Siempre pueden surgir contratiempos, está claro, por eso el calendario podrá ser un poco flexible.
Para que un proyecto web dé los mejores resultados, recomendamos un total de 4 fases que para nosotros son imprescindibles. Son las siguientes:
- Fase 1. Conceptualización y diseño
- Fase 2. Estructuración y maquetación
- Fase 3. Subida de contenido
- Fase 4. Revisión, pruebas y publicación
Antes de empezar, ¿qué estás buscando?
Parece una pregunta sencilla, pero a la práctica no lo es tanto. ¿Cómo te imaginas tu proyecto? ¿Qué quieres conseguir con él? ¿Tienes clara la estructura de la página web? ¿Y el diseño? Poder dar respuesta a todas estas preguntas es imprescindible antes de empezar.
Un proyecto web está dividido en varias fases y todas ellas son igual de importantes. Los profesionales que se encarguen de tu proyecto deben conocerlas a la perfección y darte asesoramiento en cada una de ellas.
A continuación te explicamos qué elementos componen cada fase con detalle para poder comprender mejor cómo funciona la creación de un proyecto web.
Fase 1: Conceptualización y diseño
Antes de empezar cualquier proyecto, la agencia que se encargará del proyecto web debe reunirse con el cliente para esclarecer algunos conceptos, entre ellos, cuál es la finalidad de este proyecto web:
- Cuál es la motivación del proyecto. Es decir, por qué se han lanzado a crear un proyecto web o, en caso de ya disponer de uno, por qué han decidido modificarlo o actualizarlo. Esta parte es clave para detectar las carencias y necesidades de los clientes.
- Qué tipología de proyecto web está buscando el cliente: ¿es una página web corporativa o un ecommerce?
- Definición de la estructura del proyecto web: páginas imprescindibles en un proyecto web y secciones principales adaptadas a cada caso.
Una vez que hemos conceptualizado el proyecto, ya tenemos claro cuál es el objetivo de este proyecto web, así que ya podemos conocer la magnitud de dicho proyecto. Es el momento de investigar cuáles van a ser las áreas de trabajo para poder confeccionar un presupuesto que cubra todas las necesidades de este proyecto.
En el momento de crear un presupuesto deberemos tener en cuenta:
- El equipo de profesionales con los que deberemos contar para poder ejecutar el proyecto. Esta parte es una de las más importantes, ya que nos ayudará a estimar los costes lo máximo posible.
- Un cálculo de las horas técnicas que serán necesarias para poder realizar todas las tareas que engloba el proyecto.
- Destinar una parte del presupuesto a acciones de Project Management. Este concepto engloba reuniones, emails o llamadas -tanto con cliente como con el equipo para dar indicaciones, conocer el status de las tareas, etc. Como hemos dicho, la comunicación es parte fundamental durante todo el proceso de ejecución.
La fase de planificación es una de las más importantes de todo el proyecto y consta de dos partes principales:
- La organización de todo el trabajo. Conocer todas las tareas que se tienen que llevar a cabo en el proyecto y a qué departamento corresponden.
- La fijación de timings. Establecer un calendario general de tareas y fechas límites ajustadas a cada tarea para poder llevar un mejor control del volumen de trabajo.
En esta fase, además, nos toca elegir la plantilla que llevará el sitio en función del tipo de proyecto, la filosofía de la marca y los colores corporativos de la misma. Si se trata de un proyecto web a medida, el presupuesto deberá reflejar el tiempo e inversión destinados a esta fase, que será superior a la de un proyecto web más simple.
Fase 2: Estructuración y maquetación
Dado que previamente hemos definido cuáles son las páginas imprescindibles en un proyecto y cuáles serán las secciones principales del proyecto en concreto, en esta fase pasamos a la maquetación del sitio. Es decir, se construye el sitio web en base a esa estructura fijada anteriormente. Es importante remarcar en este punto la diferencia entre la estructura web y el sitemap:
- La estructura de la web es la distribución de las secciones dentro de tu sitio web. Es decir, las páginas con las que cuenta tu sitio web y su colocación en los distintos menús (menú principal, footer, etc.).
- El sitemap es un archivo XML que contiene una lista con toda la información sobre las páginas de tu sitio web. Esta lista ayuda a indexar el contenido de la página web para que sea mucho más fácil que los buscadores rastreen dicha información.
Fase 3: Subida de contenido
Otro aspecto fundamental en un proyecto web es el de incluir el contenido del sitio web. Desde todos los textos que irán en cada sección hasta las imágenes, vídeos, documentos descargables, etc. En este punto, lo que hay que tener claro es:
- Quién se encargará de crear este contenido. Es decir, si será el mismo cliente, la empresa que se encarga del proyecto web (con la aprobación del cliente) o un tercero. En cualquier caso, es algo que debe decidirse antes de empezar el proyecto para tener en cuenta con qué equipo se va a trabajar.
- Quién se encargará de subir todo el contenido. ¿Será el cliente quien suba el contenido o la agencia? Esto es algo que también debe decidirse al principio del proyecto.
- Formatos del contenido. Si, finalmente, es el cliente quien se encarga de crear el contenido o simplemente quiere aportar una parte, deberá enviar los textos en formato digital y las imágenes con buena resolución y optimizadas para web.
Fase 4: Revisión, pruebas y publicación
Esta es una de las partes más importantes del proyecto: el último vistazo a fondo. Hay que revisar que todo lo que hay en la página web funciona como debería. En esta fase del proyecto ponemos la vista en los siguientes aspectos:
- Tipos de letra y colores. Comprobamos que no ha habido ningún desajuste de última hora y que las fuentes son las elegidas.
- Revisión del contenido. Volvemos a revisar todo el contenido por si al cargarlo ha podido fallar algo.
- Enlaces. Comprobamos los enlaces de los menús, de los botones sociales y, en general, cualquier enlace que lleve a otra sección de la web o a un sitio externo. Lo último que queremos son enlaces rotos.
- Formularios. Hacemos pruebas para comprobar que realmente el formulario de contacto funciona -los usuarios pueden contactarnos y nosotros recibimos la información.
- Funcionalidades de la tienda online. Si tu negocio es una tienda online, es necesario comprobar antes de publicar la web que el carrito recoge los artículos y que la pasarela de pago funciona.
- Pruebas desde distintos exploradores y dispositivos. Este punto es crucial. Da igual que desde tu ordenador y navegador de siempre lo veas todo correcto. Los usuarios acceden a tu sitio desde sitios muy diferentes, ten en cuenta todas estas opciones.
- Usabilidad del sitio web. ¿Es realmente fácil la navegación por tu página web? A esta pregunta deberíamos poder darle respuesta antes de publicar la web, desde luego. Todavía estamos a tiempo de hacer algunos cambios, así que es momento de revisar la página como un usuario nuevo y ver si hay algo que está fallando en la experiencia de usuario.
Si has contratado un servicio de SEO, es necesario poner el ojo también a estas cuestiones:
- Velocidad de carga. Nadie quiere llegar a un sitio web que tarda una eternidad en cargarse. Desde luego es un factor a tener en cuenta.
- Indexación. Comprueba que no existe problema alguno para que Google pueda indexar las páginas de tu sitio web o, de lo contrario, nadie te encontrará en los buscadores.
Muchas veces durante esta fase se aprecian una serie de errores o imprevistos de última hora. Es por eso que existe esta etapa, para poder solucionarlo todo antes de su publicación.
Una vez comprobados y corregidos los errores, llegó el momento más esperado por todos, clientes y agencia. Ya se puede publicar el sitio web, por lo que el proyecto está casi finalizado. En el momento de su publicación, hay que tener en cuenta una cuestión muy importante: dónde vas a alojar tu página web. Es decir, cuál va a ser tu proveedor de hosting y dónde vas a alojar tu dominio. Nuestra recomendación es que elijas el proveedor que mejores servicios te ofrezca, tales como:
- Te permita configurar el certificado SSL de forma gratuita. Sí, me refiero a que tu sitio web sea seguro. Si quieres saber más sobre este tema, puedes consultar nuestro artículo sobre la importancia de tener el certificado SSL.
- Te permita hacer copias de seguridad de tu sitio web.
- Cuente con un buen servicio técnico al que acudir siempre que lo necesites.
Ahora que ya sabes cuáles son las fases principales de un proyecto web, ya puedes empezar a hacerte una idea de cómo será el esquema de tu proyecto. Ponte en contacto con profesionales para hacerlo realidad y empezar a disfrutar de los beneficios de tener un proyecto web.
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